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Enseñanza de la Arquitectura, Práctica arquitectónica

EN BÚSCA DE UN LUGAR DONDE VIVIR

Esta plática pretende despertar en la conciencia de estudiantes y profesionales de la construcción la voluntad necesaria para encontrar una solución al problema de grandes sectores de la población que viven en condiciones vulnerables y de marginación social, económica y política y se encuentran en su búsqueda de un lugar para vivir.

El Ser Humano desde su aparición en la superficie terrestre siempre ha buscado un lugar que le permita refugio, protección y seguridad, contra las inclemencias físicas del Medio, las fieras que lo acosaban y contra otros seres humanos que lo asolaban.

A medida que el tiempo pasó, los individuos se fueron agrupando en comunidades donde estuvieron mejor o peor alojados pero contando con un lugar en la producción y en la sociedad y estos asentamientos y lugares de trabajo se convirtieron en su refugio general.

En estos asentamientos las clases privilegiadas ya sea por riqueza o por poder o por ambas, se mueven en marcos deferentes a la medida de su imaginación y sus aspiraciones estableciendo la superioridad que le confiere su condición sobre la población que les rodea.

Por su parte la mayoría de las personas no alcanzan el grado de exigencia de estas clases privilegiadas, viven en condiciones de desigualdad, explotación, alienación y segregación y casi siempre se comportan de manera contraria a aquello que se esperaba de ellas por su condición o su naturaleza, sometidos a la servidumbre en los diferentes niveles de producción, expuestos a diversos grados de contaminación, parcelados en vida como en tiempo preguntándose sobre los fundamentos económicos y políticos del orden que les impone semejantes condiciones de vida.

Lo más común es que perciban estas condiciones como hechos consumados y les parezca imposible modificarlos. Se establecen ahí porque ahí nacieron, resignados  a vivir en un ambiente degradado, monótono y en ocasiones peligroso, pero estable sin cuestionar su ambiente y su entorno porque no ven otra oportunidad,  en otras ocasiones viven marginados de la economía y del progreso y carecen de empleo de cualquier tipo y no tiene ni siquiera un lugar para vivir.

Esta población que se ubica en los tugurios y barriadas miserables de los suburbios marginados de las ciudades son en porcentaje entre el 30 y el 50% de la población mundial y continúan en busca de un lugar donde protegerse de las inclemencias del clima, los fenómenos naturales y principalmente del hambre y de las enfermedades y desean existir en un medio que no perjudique su vida ni su dignidad.

Se sabe que todos los seres humanos tienen las mismas necesidades pero en algunos casos estas se superan con comodidad y progreso en otras a través de lucha y oportunidades, pero entre los marginados esto no pasa de ser meramente teórico y viven resignados a su suerte víctimas de las limitaciones y la falta de oportunidades que produce la desigualdad en la distribución del progreso que los excluye y de la veleidosidad de la economía y de las autoridades.

Esta población ha visto la ciudad como un espacio de oportunidades, como un horizonte de libertad, pero en realidad es un lugar que segrega a los marginados y los contiene en cotos de miseria y desigualdad, sitios sin servicios urbanos básicos, viviendo en la inseguridad física y social por causa de inundaciones, movimientos de tierra, agua no potable, contaminación del aire, infecciones por la insalubridad del lugar, lo que repercute en la higiene y la salud de sus ocupantes propiciando la transmisión de enfermedades, etc. Es un entorno inseguro a causa de la violencia ambiental; la distancia de los equipamientos, la falta de infraestructura urbana, transporte seguridad y lugares de trabajo, etc.

La marginalidad social genera una dinámica excluyente, dificultades formativas, de vivir en un medio humano que comparte déficits de todo tipo; falta de relaciones con gentes distintas que pueda proporcionar la esperanza de una vida mejor; porque al sentirse excluido de los medios profesionales, académicos, culturales el individuo no puede ejercer su status de pertenencia a la comunidad, viviendo de facto excluido del escenario del poder y la alienación social.

En nuestra cultura actual se da por hecho que todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna. Pero para la mayoría de los habitantes este lugar de convivencia y familiaridad es algo imposible de lograr, porque el fin de muchas políticas de vivienda social no tiene como objetivo el bienestar de la población y el derecho a la vivienda sino el negocio privado de promotores y constructores con la complicidad de autoridades públicas y financieras.

La vivienda popular urbana surgida en los márgenes o intersticios de un tejido urbano degradado o ruinoso siendo generalmente por autoconstrucción genera un fuerte arraigo con el lugar y su entorno inmediato, los habitantes acceden por sus propios medios a los servicios colectivos, se crean lazos de convivencia en la comunidad, pero se vive en la incertidumbre y con escasa confianza en el Estado por la tenencia precaria de la tierra sin derechos formales ya que el derecho civil prioriza la propiedad formal por encima del derecho a la vivienda y el mercado impone el valor de cambio al valor de uso del suelo.

Ante esta panorámica el Arquitecto que históricamente se ha considerado un artículo de lujo al servicio del poder y la riqueza se enfrenta a este gran reto que representa su quehacer profesional y su participación social de servicio que debe promover y buscar modalidades de participación que guíen las dinámicas urbanas a la dotación de una vivienda digna para la población.

Una alternativa digna para resolver el problema de la vivienda en las zonas marginales y precarias sería el desarrollo de políticas donde participen los actores sociales como el sector público y la iniciativa privada aportando financiamiento y materiales, las organizaciones sociales la promoción y administración y el gremio profesional otorgando asesoría técnica y supervisión, dejando a las organizaciones populares hacerse cargo de la fuerza de trabajo y la mano de obra.

De esta manera se generarían programas de intervención en la construcción y remodelación de vivienda el mejoramiento del entorno, accesibilidad, transporte, seguridad y dotación de servicios básicos, respetando el significado del territorio, el arraigo de la población residente y sus lazos sociales integrando el conjunto al tejido urbano formal de la ciudad.

En este tipo de alternativas las Universidades y los Colegios de Profesionales tienen una gran responsabilidad porque al ser parte de una sociedad de consumo donde la lógica de principios es la acumulación del capital y los medios de producción que no permiten proveer los elementos de soporte necesarios para el funcionamiento adecuado de estos programas, pueden implementar soluciones participativas que los hagan posible.

La promoción de programas de acceso a la vivienda y el mejoramiento del entorno a través de un sistema de subsidios mediante la intervención directa o indirecta del Estado a través de capitales no rentables en la fase de producción, donde la participación delos sectores involucrados el sector financiero, la industria de la construcción, los sectores inmobiliarios, los gremios profesionales, podrían participar fraccionando el capital rentable a través de créditos blandos y trabajo participativo de la comunidad tomando en cuenta las condiciones económicas de cada grupo de individuos.

La experiencia que han tenido las asociaciones a través del sistema de producción de vivienda cooperativo permite vislumbrar soluciones plausibles a la falta de un lugar donde vivir, en este tipo de organizaciones cooperativas recae la oportunidad de poder acceder a una vivienda digna, promoviendo la formación de Cooperativas para la vivienda a nivel oficial por parte del Estado, las ONG, o el Sector Social.

Ante esta panorámica el reto Técnico que se presenta para la solución de dotar a la población de un “lugar donde vivir” es modificar los sistemas de construcción y edificación de vivienda popular, donde se especula sobre el supuesto m2/costo o sea a menor espacio menor costo, lo que ha traído como consecuencia un deterioro en la habitabilidad de los espacios de la mal llamada vivienda mínima.

Esta situación se deriva de la aplicación de sistemas constructivos, mecánicos y tradicionales que resultan onerosos para los sectores más vulnerables y de la visión estereotipada de vivienda; aquí es donde los Colegios de Arquitectos, de Ingenieros y las Instituciones de enseñanza de la arquitectura y la ingeniería tienen la responsabilidad social de solucionar el problema a través de la investigación y modificación de las técnicas y materiales de construcción, de mejoras en los sistemas de administración y control de costos, su capacidad Técnica y sus conocimientos deben ser los perfectos factores de cambio.

A partir de esta perspectiva, se pueden mencionar grandes experiencias de investigación y aplicación práctica a la problemática de la vivienda popular, la investigación y modificación de sistemas tecnológicos, los apoyos técnicos, la transferencia tecnológica, los programas de ayuda mutua y la promoción de cooperativas para la vivienda desarrollados por diferentes asociaciones y profesionales permiten ver logros y alcances obtenidos en la materia.

El desarrollo de nuevas tecnologías a través de la investigación en el Diseño, de utilización de materiales y sistemas constructivos más afines a la vivienda de bajo costo como las placas autoportantes prefabricadas de cerámica armada, el uso del ferrocemento en placas de poliestireno expandido prefabricadas reforzadas con armaduras metálicas y con instalaciones incluidas, utilizadas como muro, techumbre plana o bóvedas y cúpulas, el uso no tradicional del ladrillo de barro sólido o hueco, en muro-techo, en bóveda o cúpula autoportantes, el adobe mejorado aligerado, el Bambú, la madera, etc. que aplicados a un sistema constructivo racional resulta mucho más económico y rentable que la construcción tradicional.

El panorama está expuesto, las soluciones varían de acuerdo al lugar y las condiciones de vida locales, pero los objetivos y alcances están contenidos en las diferentes experiencias y el desarrollo de mecanismos de transferencia de las formas tecnológicas.

Como conclusión se puede decir que el principio de dotación de vivienda para los sectores desprotegidos se encuentra en conjugar la participación de los sectores sociales involucrados en la problemática, las alternativas de organización y el acceso a los medios económicos y financieros con las soluciones participativas y tecnológicas apropiadas y su aplicación práctica.

Por otro lado el desarrollo de investigaciones en los centros académicos sobre el particular y la participación activa de los profesionales y estudiantes en el proceso de diseño, apoyo técnico y construcción de vivienda, es evidente que la tecnología necesaria ya está disponible y corresponde al objetivo buscado, pero es necesario utilizarla con un diferente propósito, nuevas aplicaciones y combinaciones condicionadas por las experiencias concretas y las tecnologías aplicadas en aislado.

El desarrollo de nuevas metodologías de alcance social implica crear sistemas de asistencia diferentes con una nueva visión del problema y que se adecuen a la problemática actual y definan claramente a quien van a beneficiar las soluciones para buscar la adecuada participación de los sectores sociales a lo largo del proceso.

La creación de cuerpos académicos y profesionales de investigación que comprometa a los Colegios de Profesionales, las Instituciones académicas, las instancias gubernamentales de apoyo financiero, la participación de instituciones y asociaciones de investigación internacionales que permitan la adecuada transferencia tecnológica y el desarrollo de nuevas técnicas de construcción asesoría y promoción.

El compromiso de las escuelas de concienciar a los alumnos sobre el tema de la vivienda y la búsqueda de opciones de diseño, construcción, estructuras, uso de materiales y métodos administrativos y de organización popular.

A todo esto, la eficacia del nivel tecnológico  va a depender de una correcta relación entre los sectores y los centros de investigación y desarrollo tecnológico, además del modo de acceder a formas innovadoras generadas por ellos mismos y su adecuada aplicación y capacitación en las zonas marginadas a intervenir.

Esta propuesta pretende convertirse en un auxiliar en la lucha popular de los grupos vulnerables que por migración, falta de oportunidades o marginación en estos momentos se encuentran en la búsqueda de un lugar para vivir.

MUCHAS GRACIAS.

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