LA PLAZA PÚBLICA

ELEMENTO URBANO NUCLEAR DE LA VIDA DE LA COMUNIDAD

Hablar de la Plaza Pública de una ciudad como espacio urbano, manifestación cultural de la sociedad y mantenimiento de la memoria histórica. Centro de la vida urbana, elemento nuclear de la población, donde se realizan una gran variedad de actividades sociales, comerciales y culturales, y alrededor de la cual se levantan las edificaciones más representativas del poder político, económico y religioso de la Comunidad.

Desde su origen la plaza ha funcionado como patio urbano, ha constituido el elemento nuclear de la vida de la comunidad, al ser un lugar de encuentro, donde se han celebrado asambleas, actividades lúdicas y festivas, espectáculos, deportes  y todo acto público imaginable. Su función económica como plaza de mercadeo responde a la vitalidad de las transacciones espontáneas. La Plaza representa la síntesis social, símbolo del lugar donde se constituyó la comunidad.

Desde la prehistoria, un conglomerado de casas, que formaron una aldea o una ciudad siempre contó con un centro común, primero, un campo sepulcral donde la comunidad enterraba a sus muertos con ritos funerarios, espacio donde surgió el principio de conglomerado social. Con el paso de los años, este cementerio se convirtió en el lugar de múltiples cultos a los dioses construyendo sus Templos, el aumento en el aforo de visitantes obligó a la construcción de edificios representativos de poder tanto político como religioso, administrativos, judiciales, comerciales, lúdicos y espacio para las múltiples fiestas populares, valorando especialmente la dimensión pública de la vida urbana lo cual contribuyó al crecimiento de la ciudad alrededor de la plaza.

Por el contrario en las ciudades americanas bajo el imperio español, la Plaza central se convirtió en plaza de armas, tomando como modelo el Castrum romano, se diseñó la ciudad a partir de una plaza central Plaza de Armas, donde se establecieron los poderes del Estado y la religión, de este centro se desarrolla una trama reticular de calles, obedeciendo la disposición del Rey de España, dedicando los solares aledaños a la plaza a los conquistadores y la nobleza venida de España, estratificando las siguientes áreas por españoles y posteriormente por criollos, al pueblo indígena lo relegaron a las zonas externas de la traza española. Modelo de ciudad colonial al servicio del Imperio y la evangelización.

Con el crecimiento de las ciudades, este espacio central va a cumplir la función de escenario de la vida comunitaria y centro de culto, atrio de los edificios más representativos que manifiestan la cohesión de las relaciones sociales y de sus elementos culturales y articulan la forma en que se organiza la Comunidad.

La expansión en superficie de las ciudades permitió el desarrollo de tramas abiertas con la presencia de plazas de distinto tipo, la revolución del transporte urbano y el uso del automóvil hicieron que la función vial fuera esencial en el diseño específico de plazas, conformándose una trama urbana cada vez más compleja.

Simultáneamente, la saturación del tráfico y el estacionamiento trajo como una de las soluciones, la necesidad de aislar espacios verdes de uso público, las plazas, se convierten en espacios ajardinados para el paseo y el reposo, algunas equipadas para la recreación infantil, a su vez la función de mercado, se vio reglamentada por un nuevo modelo higienista, el Mercado cerrado.

El nuevo estilo de vida posmodernista, ha permitido una dinámica social diferente, desplazando la actividad comunitaria del centro de las ciudades, hacia zonas de mayor oferta de atracciones y vivencias, ubicándolas en cualquier tiempo y cualquier lugar, originando la construcción de gran número de Plazas comerciales llamadas Malls, funcionando estos como polos de atracción y crecimiento urbano.

Estos polos de desarrollo van creciendo paulatinamente formando nuevos estamentos sociales y habitacionales, con la consabida demanda de edificios públicos administrativos, comerciales, educativos, de salud y centros de trabajo.

Ante esta panorámica, arquitectos y diseñadores urbanos se enfrentan al reto de proponer nuevos diseños como herramienta generadora de identidad cívica, que permita constatar que el espacio público sigue siendo una asignatura actual para la arquitectura y el urbanismo contemporáneos.