El Arquitecto según la etimología del griego ἀρχός, archós jefe, guía y tekton tekton constructor, es el jefe constructor, el que dirige la construcción, es el profesional que estéticamente cuenta con los conocimientos y habilidades holísticas propias de la profesión, que se encarga de diseñar, proyectar y construir a través de su imaginación y visión creativas los espacios arquitectónicos de acuerdo a demandas y requerimientos estéticos, funcionales, emocionales y culturales de la Sociedad; que implementa diseños creativos con técnicas modernas y estándares estéticos que solucionan el hábitat humano en todas sus dimensiones.
El término Arquitecto nace varios cientos de años antes que el de Arquitectura, ya que fue acuñado por los griegos hacia el siglo VI a.c., mientras que el de Arquitectura lo denomina Cicerón, filósofo romano del siglo I a.c. al escribir su libro “De Officiis” en el año 44 a.c. donde trata de las obligaciones que desarrolla cada artesano y escribe que el oficio de los arquitectos es la Arquitectura.
Según el mito de la choza primitiva (Le cabanne rustique) al ver al Ser Humano tan vulnerable y frágil ante los fenómenos naturales, los dioses decidieron otorgarle la sabiduría para la construcción de su abrigo, a través de la construcción de su choza primitiva compuesta por cuatro paredes y un tejado, la eterna caverna original, el Dolmen prehistórico.
A lo largo de la historia antigua, la construcción de edificios la desarrollaban empíricamente las mismas comunidades primitivas que se asentaban en campamentos nómadas temporales, construidos con materiales ligeros y de fácil transporte como huesos, madera, etc., que servían de base para la estructura y la recubrían con pieles de animales, hojas y ramas, pero al volverse sedentarios iniciaron la construcción de chozas y cabañas según el material que le ofreciera el entorno como madera, piedra y tierra.
Durante la época clásica y la Alta Edad Media el diseño y la construcción de obras civiles y arquitectónicas las realizaban artesanos capacitados, como canteros y carpinteros, que ascendían por experiencia al papel de Magister Operaris (maestros constructores) que trazaban la obra directamente sobre el terreno. posteriormente los constructores se reunían en Gremios, que eran fraternidades secretas llamadas Logias masónicas, donde se guardaban los secretos arcanos de la construcción, en el Renacimiento el desarrollo tecnológico y el estudio de las matemáticas permitieron la aparición del Arquitecto como profesional individual separándolo del gremio de artesanos prácticos.
A partir del siglo XV la disponibilidad de papel y lápices, permitió que los arquitectos hicieran dibujos previos a la construcción, además se introdujo la perspectiva lineal y el uso de diferentes proyecciones para describir en dos dimensiones un edificio tridimensional con una mayor comprensión de la precisión dimensional, así el arquitecto renacentista pudo comunicar sus ideas por medio de dibujos en los proyectos de alto estatus como grandes catedrales, iglesias y palacios. Sin embargo, la construcción de edificios menores y casas habitación continuó siendo diseñados y construidos por artesanos operarios.
En la actualidad el Arquitecto, como constructor de sueños combina imaginación y técnica para dar vida a soluciones innovadoras en el diseño y generar espacios contemporáneos comprometidos con la sociedad, novedosos, funcionales, estéticos, acogedores y sostenibles que mejoran de forma coherente la calidad de vida de sus habitantes, buscando siempre innovar y adaptarse a los desafíos urbanos presta gran atención a la sostenibilidad y la eficiencia energética, al uso de materiales óptimos, la inclusión de tecnologías avanzadas y las soluciones más innovadoras en el diseño.
El papel del arquitecto como profesional crítico es holístico, esencial en la vida cotidiana de la sociedad, porque emplea su capacidad crítica y creativa para desarrollar sus actividades con sensibilidad, imaginación, integridad, principios y valores aplicando métodos de trabajo riguroso, que le permiten avalar su compromiso social y perfeccionar sus conocimientos teóricos, prácticos y técnicos.
Su trabajo se caracteriza por crear un concepto de diseño elegante y sencillo mediante el empleo de formas, luz, texturas, materiales y colores, que al combinarlos proporcionen espacios funcionales adecuados para satisfacer el uso requerido y las demandas estéticas, espirituales y culturales del usuario y al mismo tiempo proyecten una mayor interrelación con la naturaleza, sean sostenibles, accesibles e inclusivos, con una mayor eficiencia energética, espacios abiertos y áreas verdes amigables con el medio ambiente.
A través de la imaginación creativa, técnica, teórica, práctica y las habilidades interpersonales, el entendimiento psicológico y la ética social, es el responsable de desarrollar todo lo relativo al diseño, planificación, gestión, construcción, coordinación y supervisión de edificios y estructuras, así como el impacto de sus propuestas en la localidad y el cumplimiento de los requisitos legales y de seguridad. Además dar asesoría y consultoría en normatividad y trámites locales, conservación, restauración y mantenimiento de los edificios y estructuras urbanas.
El arquitecto más allá de diseñar, proyectar y construir los edificios, tiene la capacidad de afectar materialmente los resultados sociales de convivencia y relación de las personas que conviven en los espacios diseñados por él, como son los hogares, colegios, oficinas, hospitales, comercios, supermercados etc., también intervienen en los entornos que forman, los barrios y ciudades, además tiene la capacidad de inspirar, deleitar y mejorar las experiencias cotidianas y cambiar una sociedad.
Para ser arquitecto, se requiere estudiar una licenciatura en arquitectura y, en algunos casos, una maestría en arquitectura. También se requiere la aprobación de un examen de certificación para obtener una licencia de arquitecto.
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