Dr. Rafael G. Martínez Zárate
Consideraciones Generales.
La educación es un proceso fundamentalmente social de inculcación-asimilación cultural, moral y conductual; cuya acción principal es fomentar el desarrollo de las facultades físicas, intelectuales y morales del individuo[1], en función de su sustrato etimológico se puede conceptuar en dos versiones, la primera, en el sentido de educare como acción de guiar, orientar o conducir, plantea un modelo directivo o de intervención ajustado a esta versión semántica y la segunda, como edócere acción de extraer, hacer salir o “dar a luz”[2], sacar una cosa de otra, plantea un modelo de extracción o de desarrollo que parte de la deducción[3]; por otra parte, actualmente se puede conceptuar otro modelo ecléctico que admite y asume ambas instancias, donde la educación es al mismo tiempo dirección-intervención y desarrollo-perfeccionamiento.
A partir de esta idea, la educación se transforma en un proceso de construcción del ser humano, de acuerdo con patrones de referencia socio-cultural, de esta manera la educación requiere de una influencia o contacto humano que actúe como modelo-emisor-interventor que posibilite la emergencia de estímulos, información, objetivos, normas, etc. puestos en acción en contextos congruentes, de tal forma que facilite al educando construir su personalidad.
Todo individuo construye su conocimiento, a través de un proceso activo de ensamble, extensión, restauración e interpretación de las experiencias que recibe como resultado de la representación inicial de la información y la actividad externa o interna que desarrolla al respecto.
Sí el individuo, es una construcción propia que se va produciendo, como resultado de la interacción de sus disposiciones internas, medio ambiente y conocimiento, el medio social más pertinente para formar su personalidad y su carácter individual y social, es la educación, porque al no ser este una copia de la realidad, sino una construcción que hace de sí mismo, es a partir del principio de igualdad de oportunidades, como el individuo se integra a su comunidad[4], respetando sus principios y valores; finca las condiciones para el funcionamiento, fortalecimiento y evolución paulatina de sus estructuras y permite establecer un cambio de conciencia y nuevas etapas culturales, sin perder de vista el conocimiento de sí mismo y de la sociedad, ideal de libertad en una sociedad justa y equitativa.
Importancia del Tema.
El alumno es responsable de su proceso de aprendizaje, porque el construye y reconstruye objetos de conocimiento que ya existen como los lenguajes, pero en este momento de la investigación, crucial por su importancia en la conclusión del trabajo, saltan a escena preguntas de trascendencia vital, donde se cuestionan vigencia y pertinencia del modelo en la formación de las futuras generaciones de arquitectos.
Una de las grandes preocupaciones y expectativas del alumno, es saber sí ¿vale la pena estudiar Arquitectura en este mundo globalizado?, ¿por qué estudiar Arquitectura con métodos tradicionales en esta época interactiva?, ¿habrá trabajo para los egresados en este Mercado tan caótico?, el aula de clase les parece un mundo virtual, muy lejano al mundo real. El mundo de las ideas es percibido como un mundo opuesto al mundo de la acción. El aprendizaje de la Arquitectura como ciencia, debe realizarse en su contexto real de desarrollo.
No hay que olvidar cuando se habla de educación, se piensa todavía en la escuela, en el salón de clases, donde el profesor transmite sus conocimientos al alumno por los métodos tradicionales, dado que el modelo de nuestro sistema educativo sigue siendo presencial, asignaturista y de dedicación casi completa en tiempo del estudiante a sus varias materias, orientado hacia el modelo de un currículo integrado, este tipo de aprendizaje limita la posibilidad de una práctica continua durante un largo período, suficiente para que el alumno pueda desarrollar un ejercicio completo y por ende significativo en una comunidad.
Ante esta situación, el trabajo de investigación de esta tesis se hace más interesante, porque una buena aportación académica, permitirá en el futuro responder con hechos a esta serie de interrogantes que surgen en la mente del futuro arquitecto. Por esto, es muy importante decidir, la planeación de un sistema de aprendizaje profesional en un campo tan disímbolo como es la Arquitectura, en un momento histórico como el actual, propiciando además de la educación, el aprendizaje significativo y el desarrollo de un pensamiento creativo en el aprendiz; aprendizaje que además de ser instrumento de trabajo le permita, trascender profesionalmente logrando la tan anhelada promoción social
Por su definición fáctica la educación significa un proceso que inculca, asimila y regula las formas conductuales, transmite y desarrolla la cultura y la ética de la sociedad adquiriendo una gran riqueza de significados; aquí se forma y se forjan seres humanos libres, sensibles, críticos y comprometidos con la comunidad a la que pertenecen; aptos para el ejercicio conciente de la profesión, así como para enriquecer y dar continuidad a la tradición cultural en la que están inmersos; aún exponiéndose al peligro de ser un instrumento de control y enajenación por parte de los grupos en el poder.
En una sociedad con tantas carencias, la demanda social de espacios arquitectónicos se multiplica, dentro de éstos, la vivienda es posiblemente la demanda social más urgente, que por su importancia cuantitativa, se ha convertido en objetivo gubernamental, donde se han creado multitud de instrumentos burocráticos que lejos de resolver el problema lo han agudizado, así mismo, las instancias gremiales que lejos de abrir caminos al arquitecto lo han restringido y si eso no fuera suficiente, lo han condicionado, creando una imagen tergiversada de la profesión.
Pero es través de la educación, como se pueden proporcionar respuestas adecua-das a esta situación vital de la sociedad, logrando además, conservar las raíces culturales y “transmitir la visión heredada acerca del hombre y la sociedad”[5] a las nuevas generaciones; perpetuando ideas y valores sociales como libertad, dignidad y ética, como preservación de la herencia cultural y lealtad común.
Siendo la escuela símbolo de la sociedad, permite identificarse con los más altos valores de justicia, libertad, dignidad, solidaridad y respeto hacia la vida y el medio, a través de ella, se definen políticas y estrategias de enseñanza que cada momento histórico demanda; pero como institución, requiere de la creación, instrumentación e implementación de sistemas de enseñanza-aprendizaje, como medio de transmisión de ideas y conductas de participación social, que permitan establecer las normas estructurales y paradigmas ideológico-culturales del modelo de sociedad que pretende ser.
Siendo la educación la acción humana que busca optimar sus resultados a través de la reflexión, para la formación del arquitecto es muy importante considerar el contexto actual en el que se desarrolla el alumno, la transmisión de la información se recibe y emite a través de los más modernos y desarrollados medios de comunicación; si el alumno esta en contacto directo con computadoras y sistemas de programación electrónico, esto exige la reestructuración de modelos de educación que sean pertinentes y adecuados; que den respuesta a las interrogantes planteadas y conformen la personalidad de un arquitecto social, capaz de responder a las demandas sociales de su momento histórico; obligando al educador a pensar en este tipo de sistemas para transmitir el conocimiento y adecuar la información al alumno en su contexto.
El desarrollo acelerado de la tecnología ha producido una grave crisis en la educación y en especial en la arquitectura, por eso el alumno, debe entender cuál es la verdadera función de la Arquitectura, y principalmente, cual será su participación en el mercado profesional; ante estas circunstancias, la formación del arquitecto y principalmente el modelo de aprendizaje planteado, debe estructurarse de tal forma que permita superar estas deficiencias, y facilite al egresado, que con el cúmulo de conocimientos y experiencias que adquiere en la escuela, pueda insertarse con éxito en el campo de trabajo.
Por eso al estructurar un modelo de enseñanza-aprendizaje pertinente, donde la significación del conocimiento sea vital para el alumno, que despierte la imaginación, fomente un pensamiento crítico-creativo que ayude a analizar, reconocer y evaluar factores que influyen en su actitud y comportamiento con los demás, permita un mejor desarrollo personal y social, fomente el respeto y la tolerancia hacia los demás y al mismo tiempo permita explorar las alternativas de solución disponibles así como las consecuencias que sus acciones u omisiones ocasionen, ayudándole a responder de forma adecuada y flexible a todo tipo de situaciones que se le presenten en su vida profesional y social.
Si el ser humano se construye en su contexto por su actividad, los modelos educativos, deben adaptarse a las habilidades, aptitudes e intereses individuales del mismo; el aprendizaje significativo, le permite construir los conceptos que estructuren una visión real de su momento histórico y adecuarse a las demandas que el mercado profesional establece; y así construirse trascendiendo el mero ejercicio profesional, hacia actividades que amplíen su campo de trabajo y faciliten la solución de demandas sociales, en circunstancias cada vez más satisfactorias.
En el modelo TASPCI, el proceso educativo se centra más en el alumno y más los resultados que los contenidos, de esta manera, permite el desarrollo de las capacidades y aptitudes creativas, sensibilidad, técnica y experiencia del alumno, dota de un amplio conocimiento teórico socio-cultural, de procesos de enseñanza-aprendizaje, que permita adecuar los conocimientos a las demandas del contexto y proporcione los medios para aprehender el conocimiento que permita afrontar con éxito los procesos de investigación, proyecto construcción y operación de obras arquitectónicas.
Es imprescindible estructurar dentro del modelo, un proceso de enseñanza aprendizaje del Diseño Arquitectónico, que establezca claramente objetivos, metas y alcances del Plan de Estudios, defina los parámetros de conducta, métodos de adquisición y construcción del conocimiento y su aplicación práctica en el desarrollo del proyecto, que comprenda la relación del fenómeno arquitectónico, su solución espacial y su adecuación al contexto, para garantizar el éxito del modelo, la totalidad de los recursos didácticos deben prepararse de antemano y con previsión, de tal forma que reduzca la improvisación tan perjudicial en la enseñanza, esto claro, sin obstaculizar la libertad y creatividad del educador.
[1] García Pelayo y Gross Ramón, “Pequeño Larousse Ilustrado”, edt. Larousse París, Francia, 1999.
[2] En la Grecia clásica, ya Sócrates estableció un modelo de enseñanza aprendizaje al que denominó Mayéutica en la que se establecía este principio de “dar a luz”, en su versión dirigida hacia el conocimiento.
[3] García Pelayo y Gross Ramón, op cit.
[4] Pablo Latapi Sarre, “Analisis de las Políticas educaticas”,Foro Internacional Alternativa XXI, Universidad Veracruzana, septiembre 2004.
[5] Ya se mencionó en anteriores entregas.
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