LA IMPORTANCIA DE LAS NUEVAS TEORÍAS DEL APRENDIZAJE EN LA ERA DIGITAL, EN LA ENSEÑANZA DE LA TEORÍA DE LA ARQUITECTURA

RAFAEL G. MARTÍNEZ ZÁRATE

«Arquitectura es una ciencia que se adquiere por la práctica y la teoría”[1]

La producción de la arquitectura contemporánea es síntoma de la globalización y sus efectos. Los modelos económicos actuales están determinados por los grupos de poder, los capitales y el desarrollo tecnológico, por encima de las más legítimas aspiraciones de justicia, bienestar general y dignidad de las personas. En general, prevalecen las políticas que favorecen cada vez más a grupos de personas y grupos de corporaciones cada vez más reducidos y poderosos. Como consecuencia de esto, vemos una explotación de recursos naturales que no contempla la restitución a corto ni a largo plazo. En este aspecto, es una sociedad de mucho consumo y poca producción, y que ha demostrado tener grandes debilidades, manifiestas en la crisis que vive hoy día casi toda Europa. Sin embargo, existe también una preocupación por la búsqueda del equilibrio en los ámbitos económico, social y natural, la sustentabilidad, que es una idea compleja que se presenta como la esperanza de un futuro mejor.

En este ambiente global, México se encuentra afectado por una lucha de intereses, violencia y corrupción sin precedentes. La estabilidad es endeble y no se vislumbra un panorama claro en la consecución de una nación fuerte, justa y democrática. La identidad nacional con sus ricas raíces culturales está siendo profundamente afectada. La pobreza económica y educativa que experimentan la gran mayoría de los mexicanos es la fuente de muchos de los problemas sociales que aquejan nuestro país. La arquitectura mexicana se desenvuelve en un desarrollo social desigual y diferenciado geográficamente a partir de sus latitudes y densidades a lo interno del territorio. Esto implica repensar la profesión a partir de las necesidades básicas del habitar en todas sus dimensiones, donde los profesionales de la Arquitectura tengan la capacidad de responder a las condiciones que la realidad demanda aspirar a mejorar la valid ad de vida de la sociedad; profesionistas con intervención activa que determinen formas creativas de asimilar los cambios para mejorar la calidad de vida de la sociedad. Las condiciones de desigualdad presentadas en el país acentúan las fluctuaciones arquitectónicas en tres líneas fundamentales:

 

1. La alteración y pérdida de los saberes tradicionales que caracterizaron la arquitectura vernácula en zonas del país donde el sitio, los usos y costumbres y el manejo de los materiales permitieron sistemas constructivos que aportaron en el desarrollo de una arquitectura propia.
2. La carencia de elementos de infraestructura y equipamiento que permitan el desarrollo de comunidades, ya que el desarrollo urbano-rural es, en gran medida, producto de la especulación inmobiliaria y la construcción informal; la primera determinada por un grupo pequeño de grandes empresas que dan forma a grandes zonas suburbanas de casas y departamentos de interés social o residencial, para los cuales se involucran a muy pocos arquitectos; y la última que se auto-gesta tanto en barrios populares como en comunidades rurales y se construye sin arquitectos.
3. La noción alterada del concepto de patrimonio y las formas de intervención arquitectónica sobre lo construido. El entorno se ha degradado en lo físico, en lo social, y en lo económico, Por lo que hace falta entender su complejidad y repensar el futuro.

Instituciones sólidas y comprometidas con la sociedad como nuestra Universidad Nacional  Autónoma de México tienen la obligación de impartir la educación superior y organizar la investigación científica, principalmente la de las condiciones y problemas nacionales, para formar profesionistas y técnicos útiles a la sociedad, para contribuir al desarrollo de nuestro país mediante la implementación de nuevas estrategias que capitalicen las grandes oportunidades actuales para combatir la desigualdad e injusticia prevalecientes, de acuerdo al artículo 1o. de la Ley Orgánica. Así como contribuir a la defensa, enriquecimiento y promoción de una ética universal, entendiendo la responsabilidad que cada individuo tiene para con su entorno.

La Facultad de Arquitectura de la UNAM, ha incrementado su matrícula un 60% en los últimos 5 años, y ha mantenido su planta docente prácticamente en el mismo nivel , lo que implica pensar en la optimización de los recursos humanos, así como del mapa curricular. La FA UNAM cuenta con un plan de estudios enfocado en el diseño, apoyándose en el estudio de la historia, la teoría, las estructuras, las instalaciones, la administración y el estudio de la ciudad. Se concentra en el ámbito del proyecto, delegando a otras escuelas la preparación profesional en los demás ámbitos de la producción arquitectónica: gestión, factibilidad y promoción del proyecto, así como, el estudio, entendimiento e intervención del arquitecto en la construcción del entorno que deviene de la producción urbano-arquitectónica.

En el contexto social y físico actual, diverso y contradictorio, estamos obligados a reconsiderar el perfil tradicional de nuestros egresados. Se pretende que el plan de estudios sea versátil, flexible, abierto e incluyente, que reconoce a la arquitectura como un hecho cultural influyente en la realidad, como la disciplina que tiene la mayor influencia en la construcción del hábitat. Todo esto implica un amplio proceso de enseñanza y aprendizaje, de los conocimientos, habilidades, visiones, valores y actitudes requeridos para la formación de profesionales exitosos y comprometidos con la sociedad.

Dentro de las características que enriquecen y permiten el desarrollo de la comunidad en las Facultades de Arquitectura, está el acceso de alumnos interesados que logran ingresar a la carrera de Arquitecto, como resultado de su esfuerzo, habilidades y méritos académicos, los cuales se comprometen a que, con imaginación, voluntad creativa y actitud positiva, trasciendan los umbrales de la enseñanza de la Arquitectura y que a través de la generación de proyectos inovatorios, se superen la mediocridad, apatía e ignorancia que deben ser erradicadas del quehacer arquitectónico.

Por eso, conscientes del proceso de modernización y transformación que vive el País, es pertinente plantear como propuesta de enseñanza de la Arquitectura, un proceso de enseñanza-aprendizaje que fomente y facilite la formación integral del arquitecto como individuo responsable, consciente, sensible al compromiso del servicio social comunitario y comprometido con las demandas sociales y el futuro del País.

Uno de los principales factores que hay que tomar en cuenta al enfrentarnos al reto de la enseñanza es la ubicación en el contexto actual de los jóvenes estudiantes, en el proceso de aprendizaje que las nuevas tecnologías digitales han definido y determinado el mundo actual principalmente el de la juventud.

Actualmente los alumnos de Arquitectura representan a las generaciones que han crecido con estas nuevas tecnologías que nacieron como estrategia militar, y trascendieron al mundo civil expandiéndose rápidamente hasta crear un universo virtual absorbente, partiendo de Internet, Facebook, Twiter y WhatsApp. Estos alumnos han pasado menos de 5.000 horas de su vida leyendo, pero más de 100.000 horas rodeados y usando, ordenadores, videojuegos, internet, correo electrónico, reproductores digitales de música, videocámaras, teléfonos celulares; las redes sociales y la mensajería instantánea son parte integrante de sus vidas; además de todos los juguetes y herramientas de la era digital (por no hablar de la televisión). Este mundo virtual modificó comportamientos, conductas y principalmente la comunicación en la vida social y la educación.

 

El contacto cotidiano de los jóvenes desde su infancia con estos modelos de formación ha establecido patrones de conducta diferentes a los tradicionales. Están acostumbrados a la instantaneidad del hipertexto, la música descargada, los teléfonos en sus bolsillos, una biblioteca en sus ordenadores portátiles, mensajes sonrientes y mensajería instantánea. Han estado conectados la mayoría o la totalidad de sus vidas. Tienen poca paciencia para las conferencias, la lógica del paso a paso, y el método de enseñanza “explicar-examinar”, conformando una filosofía de la inmediatez, donde los intereses ya no se plantean a largo plazo ni se espera una secuencia de acontecimientos

 

De esta manera el conocimiento ya no se transmite de forma vertical (lentamente, paso a paso, una cosa cada vez, de forma individual, y sobre todo, en serio), sino horizontal, los procesos reflexivos de la enseñanza convencional se han convertido en un proceso de consulta inmediata a través del internet, les gusta procesar en paralelo y la multi-tarea. Prefieren sus gráficos antes que su texto y no lo contrario. Prefieren el acceso aleatorio (como el hipertexto). Funcionan mejor conectados. Se crecen con la gratificación instantánea y las recompensas frecuentes. Prefieren los juegos al trabajo “serio”, al alcance de una Tablet, Celular, Laptop o cualquier adminículo electrónico, el profesor como figura cultural, ha pasado a ser desplazado por la tecnología, ahora lo importante es que funcione como un facilitador y asesor en la búsqueda de información válida y la selección de fuentes de información.

 

En función de la visión de la inmediatez que de la actualidad tiene el alumno de Arquitectura, la prospectiva de su futuro se plasma en periodos cortos de tiempo, el estudiante ha pasado de la cultura de la secuencialidad a la de la simultaneidad. Esta relación ha generado cambios importantes en su actitud y habilidades (apatía, desinterés, aburrimiento por la clase) lo que permite una confrontación entre lo que les interesa y lo que los maestros pretenden que aprendan, esta situación pone en relieve la pertinencia de los métodos de enseñanza del profesor, el cual tiene que aprender a comunicarse en el idioma, velocidad y estilo de sus alumnos.

 

El alumno considera el aprendizaje como una forma pragmática y de solución inmediata, reforzado con el acceso a los medios de comunicación, el internet, la telefonía celular, los juegos electrónicos, etc. los procesos reflexivos, el compromiso, la complejidad, le agobian, busca lo inmediato, las respuestas rápidas, el dato práctico.

 

De esta manera es necesario acceder al mundo de los alumnos, conocer sus códigos, sus perfiles, su interés por la vida y el futuro. Para de esta manera buscar métodos didácticos más actualizados que permitan interesar al alumno en la formación de su conocimiento y su formación profesional y evitar su dispersión.

 

Por ésta razón, los métodos de enseñanza deben adaptarse a las circunstancias actuales con el fin de desarrollar además de la riqueza cultural las habilidades necesarias en el mundo virtual del alumno, permitir la flexibilidad en el desarrollo de los programas de estudio que permitan responder a las demandas cambiantes del mundo laboral y el quehacer profesional. La transformación del contenido teórico de las materias de trabajo deberá tender hacia el desarrollo de las tecnologías de la comunicación, los procesos de sostenibilidad, el desarrollo ambiental, el respeto y conservación  del patrimonio cultural y principalmente la investigación y el uso y potencial de las tecnologías y su aplicación en nuevos métodos de diseño, administración y construcción.

 

En función de los avances de la tecnología, en el futuro las fuentes de trabajo en arquitectura y construcción, se están modificando de ser manuales a virtuales, por lo tanto los trabajos serán más creativos, abstractos y de aplicación inmediata. El mercado laboral exige soluciones óptimas y adecuadas con una alta capacidad de decisión, iniciativa e innovación. De esta manera se debe potenciar la inteligencia emocional, fomentar la creatividad, la innovación y la búsqueda de soluciones pertinentes, acrecentar la postura crítica y la curiosidad del alumno, el trabajo en equipo, la cooperación, el compromiso, la responsabilidad y el  respeto; como el eje rector de la enseñanza de la Arquitectura. Por este motivo para los alumnos actualmente debe ser de interés la utilidad y aplicación de los conocimientos que se imparten en el aula, como una herramienta que les permitirá desenvolverse en el quehacer profesional.

 

La discrepancia entre la teoría y la práctica, demuestran la situación pre científica del Diseño Arquitectónico, por esta razón es urgente buscar nuevos paradigmas[2] que respondan a las condiciones que han generado los cambios radicales de la Arquitectura. Porque de aquellos paradigmas humanistas basados en supuestos perceptuales, subjetivos ajenos al pensamiento filosóficos sin validación empírica, como   manifestación personal de las preferencias espaciales del diferentes arquitecto dan pie a un reflexión sobre la labor de síntesis conceptual que antecede al ejercicio del diseño arquitectónico.

 

De esta manera, el Conectivismo o Conectismo[3], como perspectiva pedagógica para la enseñanza de la Arquitectura en la era digital, se basa en el análisis de las limitaciones de las teorías convencionales del aprendizaje en la actualidad (Las teorías del aprendizaje se refieren al proceso de aprendizaje real, no al valor de lo que se aprende) para explicar el efecto que la tecnología ha tenido sobre la forma en que actualmente el alumno aprende; esta perspectiva intenta adaptarse a el nuevo aprendizaje digital y la gran cantidad de herramientas para colaborar, compartir, etc., usando Internet como soporte. La información está en la red y el conocimiento (el que está en la red) se construye sobre la base del conocimiento de cada persona.

 

Esta perspectiva resulta de la integración de las teorías del aprendizaje convencionales y se refiere a la convicción de que las decisiones están basadas en la transformación acelerada de las bases (continuamente se adquiere nueva información que deja obsoleta la anterior). La habilidad para discernir entre la información importante y la trivial es vital, así como la capacidad para reconocer cuándo la nueva información altera las decisiones tomadas con base en información anterior.

En una colectividad en red, es importante explorar la forma como el alumno adquiere la información. Por esta razón es vital evaluar lo aprendido como una meta que se aplica antes de que inicie el aprendizaje en sí; cuando éste es escaso, se asume que el proceso de evaluación es intrínseco al aprendizaje, pero en la red es abundante, por lo cual, es importante la evaluación del contenido y pertinencia de la información.

 

Al docente le preocupa el rápido aumento de la información, por lo que es necesario diseñar información para el alumno fuera de su conocimiento primario y fomentar sus aptitudes y habilidades para sintetizar y reconocer conexiones y modelos de información pertinentes y adecuados con el área de conocimiento.

 

El «Conectivismo como perspectiva pedagógica en Arquitectura, establece los siguientes principios del aprendizaje:

• El aprendizaje y el conocimiento yace en la diversidad de opiniones.
• El aprendizaje es el proceso de conectar nodos o fuentes de información.
• No sólo de los humanos se aprende, el conocimiento puede residir fuera del ser humano.
• La capacidad de aumentar el conocimiento es más importante que lo que ya se sabe.
• Es necesario nutrir y mantener las conexiones para facilitar el aprendizaje continuo.
• La habilidad para ver las conexiones entre los campos, ideas y conceptos es primordial.
• La información actualizada y precisa es la intención de todas las actividades del proceso conectivista.
• La toma de decisiones es en sí misma un proceso de aprendizaje. Escoger qué aprender y el significado de la información entrante es visto a través de la lente de una realidad cambiante. Es posible que una respuesta actual a un problema esté errada el día de mañana bajo la nueva información que se recibe.

 

La enseñanza-aprendizaje de los procesos teóricos de la producción social de los espacios habitables, exige la implementación de instrumentos didácticos que permitan propiciar el desarrollo de la capacidad creativa, imaginación e ingenio del alumno, así como el establecimiento de bases de sustentación metodológicas, que faciliten la creación de lenguajes arquitectónicos, la interacción multidisciplinaria en el proceso académico y el uso de una instrumentación que lo dirija a racionalizar la fundamentación, análisis, síntesis y evaluación de la solución arquitectónica, y su relación íntima con el desarrollo tecnológico.

 

El estudio de la arquitectura debe darse desde un enfoque menos subjetivo o empírico y más objetivo o científico, sin olvidar los aspectos humanísticos y de servicio social del medio profesional. El arquitecto debe crear espacios e instalaciones eficientes y funcionales, obras que por su concepción plástica conjuguen los valores estéticos que conciban una arquitectura con identidad, personalidad y carácter.

Es muy importante mencionar que aún no existe una teoría que pueda abarcar la complejidad de la realidad, pero a pesar de esto, constituyen una estructura de conocimientos firmes que permiten poder interactuar con el intrincado mundo real. Porque a partir de ellas se establece un vínculo de interpretación a través del cual podemos captar e influir con la fenomenología de la realidad aplicada a la Arquitectura, se generan las relaciones de causalidad, función y uso de los objetos arquitectónicos

 

Porque la tradición pragmática del quehacer profesional, ha tenido como consecuencia una escaza reflexión del ejercicio, es necesario establecer nuevas actitudes de diseño, es imprescindible un replanteamiento a fondo del campo teórico de la Arquitectura, una verdadera transición del campo profesional, a partir de nuevos fundamentos teóricos que modifiquen los tradicionales, así como los procesos metodológicos y aplicaciones del ejercicio profesional. Tanto las nuevas tecnologías, la investigación y la creatividad deben estar ligadas integralmente en la enseñanza de la Teoría de la Arquitectura, la capacitación teórica y el dominio de las nuevas tecnologías deben integrarse en la formación del Arquitecto.

 

Tomando en cuenta que la Arquitectura es el resultado cultural de la interrelación de procesos históricos, políticos, económicos y sociales; el estudiante de arquitectura, debe continuar siendo un agente de cambio social, participando activa y sostenidamente en programas y acciones de beneficio comunitario buscando fortalecer los lazos que unen la enseñanza con la práctica profesional, con una actitud de servicio y alta competitividad. Sin olvidar que el fin más importante que persigue la Arquitectura es la satisfacción de las demandas de espacios útiles y funcionales del ser humano, tanto individuales como colectivas, recordando que el fenómeno arquitectónico representa la habitabilidad de los espacios construidos.

 

La enseñanza en Arquitectura debe ante todo aplicar todo tipo de procedimientos educativos para estimular en el alumno su pasión por el área de conocimientos, fomentar el aprender a ser creativos. Es un gran riesgo en la educación penalizar la actitud creativa del alumno es mejor dejarlo que se equivoque a condicionar sus actividades en un patrón conservador. Ya que si no se está preparado para equivocarse no será nunca original sino se limitará a copiar lo ya establecido.

 

La educación debe ayudar a encontrar en el alumno su grado de inteligencia creativa encauzándolo por los mejores senderos de la creatividad, sin limitar el talento solo en beneficio del mercado.

 

El Maestro debe ante todo fomentar la innovación a través de equivocarse, preferenciando aquello que gusta al alumno y motivándolo a ser feliz, ya que no solo los genios tienen el suficiente talento para hacer las cosas, el alumno debe descubrir su capacidad creativa. La educación debe enseñar al alumno a aprender a ser creativo en su desarrollo académico y principalmente para su aplicación en su desarrollo profesional.

 

Ciudad Juárez abril de 2015.

 

 

 

 

[1] Vitruvio Pollione

 

[2] Para una mayor comprensión del término, consultar: Kuhn, T.S., “La estructura de las revoluciones científicas”, F.C.E. México, 1983, Colección Breviarios No. 213.

[3] Teoría desarrollada por George Siemens y por Stephen Downes,