La arquitectura está constantemente en busca de innovaciones y soluciones que promuevan un estilo de vida más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, una de estas tendencias innovadoras es el desarrollo de edificios inteligentes. Este tipo de arquitectura busca crear espacios funcionales y útiles que se adapten a las demandas y requerimientos de cada miembro de la sociedad.
En un mundo cada vez más conectado y tecnológicamente avanzado, Estos edificios no solo son símbolos de innovación, sino que lideran en términos de automatización, transformando la experiencia y vida de sus usuarios
Los edificios inteligentes son aquellos que incorporan tecnología de vanguardia para mejorar la eficiencia energética, la seguridad y el confort de sus ocupantes, funciona mediante la instalación de sensores en sus sistemas principales, cuentan con sistemas de automatización y control, sensores digitales de luz y temperatura, y sistemas de gestión energética que optimizan un uso selectivo de la calefacción, la ventilación, el aire acondicionado, la iluminación, la seguridad física y otros servicios como el ahorro de agua, la reducción de la contaminación y emisión de residuos y huella de carbono
El control y gestión de las instalaciones y sistemas del edificio inteligente se llevan a cabo a través de la inmótica o automatización de edificios que como hemos visto ofrece la posibilidad de monitorización del funcionamiento general del edificio, con el objetivo de reducir el consumo de energía, aumentar el confort y la seguridad de los mismos , a través de la concentración de los datos del edificio se posibilita supervisar y controlar confortablemente los estados de funcionamiento o alarmas de los sistemas que componen la instalación, así como los principales parámetros de medida.
Este sistema ofrece soluciones sostenibles y eficientes que permiten más confort y bienestar para los ocupantes, así como seguridad, un mejor rendimiento, reducción de costos, mejora de la eficiencia energética, elimina el derroche de energía y recursos económicos, gracias a un funcionamiento optimizado y a una mayor eficiencia en los equipos, el uso de la energía, el mantenimiento y el consumo eléctrico.
En un edificio inteligente totalmente automatizado, los datos generados a través de todos los ascensores del edificio, las alarmas de incendio, la ocupación, el uso de la energía y la temperatura, se centralizan en un único panel de control que permite a un operador supervisar la situación en tiempo real y también de forma remota, así como automatizar muchos de estos procesos cuando se desee, esta vigilancia continua del edificio reduce el mantenimiento y la necesidad de reparaciones antes de que se conviertan problemas.
Un edificio inteligente no solo incluye sistemas automatizados integrados, sino que deben ser eficientes en el uso de recursos a través del ciclo de vida de las edificaciones estar diseñados para reducir el impacto negativo en la salud humana y en el entorno, construidos con procesos constructivos y materiales de construcción saludables, reciclables, sostenibles y amigables con el medio ambiente, así como en el ahorro de costos de mantenimiento y gestión del inmueble.
Las características principales que hacen que un edificio sea inteligente, son satisfacer las necesidades presentes y futuras de los ocupantes del edificio, su funcionalidad, flexibilidad y seguridad en el diseño y estructura, la integración de sistemas y servicios tecnológicos automatizados y disponibilidad de medios técnicos avanzados de telecomunicaciones, la instalación de sistemas de recuperación y aprovechamiento de aguas pluviales para uso sanitario, programas de recuperación de residuos y depuración de vertidos, sistemas para el ahorro energético de recursos, la Instalación de áreas jardinadas en fachadas y cubiertas, la reducción de costos de operación y mantenimiento y por último el incremento de la vida útil del edificio en su relación costo-beneficio.
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